lunes, 16 de mayo de 2011

Pastora Norca de Moises - El Espíritu que triunfa sobre las crisis



“La Pastora Norca de Moises, esposa del Pastor principal de la iglesia CMC Bethel,, dio un servicio el día 10 de Abril de 2011 muy especial que no pude transcribir antes y que quiero compartir con todos los lectores que quieren recibir más de Dios. “

Inicio.
Cita biblica: 2Reyes 4:8-37 (La mujer Sunamita)
Cita: ++++++++++ “Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer. Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él. Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió. Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él. Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo. Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí que ella no tiene hijo, y su marido es viejo. Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta. Y él le dijo: El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho. Y el niño creció. Pero aconteció un día, que vino a su padre, que estaba con los segadores; y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre. Y habiéndole él tomado y traído a su madre, estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, y murió. Ella entonces subió, y lo puso sobre la cama del varón de Dios, y cerrando la puerta, se salió. Llamando luego a su marido, le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y regrese. Él dijo: ¿Para qué vas a verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo. Y ella respondió: Paz. Después hizo enalbardar el asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener en el camino, sino cuando yo te lo dijere. Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita. Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien. Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado. Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo que no te burlases de mí? Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi báculo en tu mano, y ve; si alguno te encontrare, no lo saludes, y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño. Y dijo la madre del niño: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Él entonces se levantó y la siguió. Y Giezi había ido delante de ellos, y había puesto el báculo sobre el rostro del niño; pero no tenía voz ni sentido, y así se había vuelto para encontrar a Eliseo, y se lo declaró, diciendo: El niño no despierta. Y venido Eliseo a la casa, he aquí que el niño estaba muerto tendido sobre su cama. Entrando él entonces, cerró la puerta tras ambos, y oró a Jehová. Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor.
Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos.
Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo. Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y después tomó a su hijo, y salió. ” +++++++++++

La palabra es una fuente inagotable de vida, lo importante es que Dios nos de la victoria ante la crisis.

3 Cualidades de la Mujer Sunamita
1) Era una mujer que tenia intuición espiritual, quiere decir que tenía discernimiento de espíritu. Cuando venía Eliseo, ella supo que era un varón santo de Dios.
2) Era una mujer servidora. La mujer quiso arreglar un cuarto a Eliseo para que pueda llegar allí cuando pasara por Sunem. Ella quiso honrar al profeta de Dios y eso es admirable.
3) Era una mujer que servía sin esperar nada a cambio. Servía con todo su corazón.
Recuerden que según dice la palabra, la mujer tenía todo lo que necesitaba y no buscaba nada del profeta Eliseo sino servirle por ser varón de Dios. “Lo mejor que tu puedes hacer para Dios es sembrar tu tiempo, tus conocimiento, etc., sin esperar nada a cambio así como lo hizo la mujer Sunamita.”.
Dios a través del profeta Eliseo, le bendigo con la llegada de un hijo, el cual no podía tener, y eso alegro mucho a la mujer. Sin embargo, el niño ya crecido comienza a sufrir de un dolor de cabeza muy fuerte y muere…. Eso si es una Crisis.
Analisis de cómo la Sunamita pudo salir de la crisis
1) Al ver a su hijo muerto, guardó silencio. Ella NO GRITO, NO LLORO, NO SE QUEJO, NO LE DIJO A NADIE. Lo que hizo fue colocarlo en el cuarto del profeta. “Según el Salmo 37:7 Guarda silencio en Jehová y espera en El”. Ejemplo: Job sabía que las respuestas a todas sus necesidades estaban en Dios. Otro ejemplo pero contrario: Cuando el pueblo de Israel lo sacaron de la cautividad de Egipto de 400 años por Moises, ese pueblo se quejaba por todo y murmuraban. Esto es falta de Fe en Dios, y Sin Fe es imposible agradar a Dios. Todo ese pueblo murió sin conocer la tierra prometida por su actitud, solo sus descendencias lo hicieron y Josué y Calet.
Proverbios 6:2. Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios. “Cuidado con esto.”
2) No buscó culpables ante la crisis que estaba viviendo. Según teólogos, el niño estaba en el campo llevando Sol y le vino lo que llama Apoplejía que es una embolia cerebral. La mujer no culpó a su marido ni ningún responsable. ¿Así pasa en la vida real?
2Reyes4:22. Llamando luego a su marido, le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y regrese. “Solución de la Sunamita”.
Según 2Reyes4:24-27 La mujer no quería hablar con nadie, no quería hablar palabras negativas y no quería perder el tiempo. La Sunamita, ante el criado de Eliseo (Giezi) le dijo que todo estaba bien.
Josué y Calet creyeron en el regalo de Dios. De 12 hombres que fueron a espiar la tierra prometida, solo 2 trajeron buenas noticias, esta cantidad equivale a 16% de 100%. Este es el porcentaje de personas que habla palabras de Fe.
3) Ella no se resigno y fue a ver al profeta. En el profeta Eliseo fue que derramo su corazón. “Anhela la presencia de Dios ante la crisis. Pide al Espíritu de Dios que te de la solución”. Al Señor le gusta que hablemos palabra de Fe.
Giezi representa las cosas del mundo.
No busques solución a tus problemas fuera de Dios. Permite que Dios esté metido en tus asuntos.
La mujer Sunamita tenía Discernimiento de Espíritu. Pide a Dios que te de ese discernimiento de Espíritu que tenía la Sunamita para enfrentar la crisis.

Lo que hizo Eliseo
1) Guerreo.
2) Se tendió sobre el niño. Esto representa la presencia de Dios, y el niño entró en calor.
3) El lo hizo hasta que el niño estornudó 7 veces. Esa fueron las veces que Jesús derramo sangre para darnos vida espiritual. La palabra de Dios nos enseña en Jeremías 33:3 “Clama a mí y yo te responderé”. Usa la oración de aplicación de los 7 derramamientos de sangre de Jesús para triunfar sobre la crisis.
4) La Sunamita fue humilde y agradecida. Se inclinó ante el profeta y después tomó a su hijo. Es decir: Ella primero reconoció a Dios de poderle ayudar y después fue que abrazó a su hijo. Muchas veces miramos primero el milagro y luego el protagonista del milagro. Debemos ser humildes.
La Sunamita tuvo Fe, valentía, espíritu de servicio, estabilidad , fuerza. El único versículo donde Jesús se describe fue Mateo 11: 29.
“Mateo 11:29. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”

Que tremenda bendición. Ruego a Dios para que multiplique la sabiduría de la Pastora Norca le conceda todos los deseos de su corazón. Amén.

Si les ha gustado esta enseñanza, recuerden recomendarla a otras personas para que se multiplique la bendición.

Saludos y los bendigo.

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